jueves, 1 de septiembre de 2016

La transición

Hacía ya 17 años que había decidido hacerme vegetariano, pero seguía comiendo huevos, leche y sus derivados. En agosto de 2016, por fin decidí dar un paso adelante y me hice vegano. Mucho, demasiado tiempo he tardado en darme cuenta de que no tenía ningún sentido ser ovolactovegetariano si el principal motivo por el que había renunciado a comer carne y pescado era el de evitar el sufrimiento en los animales.
El veganismo es mucho más que una dieta. Al declararme vegano lo que manifiesto es que voy a poner en práctica una forma de vida en la que intentaré generar el menor sufrimiento posible en los animales. Para ello me abstendré de consumir productos y servicios de origen animal debido a que en la mayoría de casos éstos conllevan el sufrimiento y la muerte. Esto incluye, además de la alimentación (tanto el consumo directo como por alguno de sus ingredientes): la vestimenta y los accesorios como pieles, plumas, cueros; entretenimientos y espectáculos como circos que usen animales, zoológicos, acuarios; labores como la tracción animal; transporte con burros, camellos; productos cosméticos y de higiene personal que contengan componentes animales o que testeen con ellos; tráfico, compra y venta de animales exóticos, cachorros; fiestas populares en las que intervengan animales...
Según la RAE el veganismo es la actitud consistente en rechazar alimentos o artículos de consumo de origen animal. Creo que es una definición algo escasa. Propongamos esta otra: el veganismo es el estilo de vida en el cual el ser humano pretende generar, financiar y legitimar el menor sufrimiento posible. Por lo cual intenta evitar prácticas, productos y servicios que impliquen o traigan como consecuencia directa o indirecta, sufrimiento animal.
Esta definición me parece la más correcta ya que si nos fijamos en las dos palabras que he subrayado, no debemos caer en un pozo de locura en el que la mejor solución fuera la de desaparecer del planeta y así evitar finalmente como humanos todo sufrimiento animal. No, no es eso, si no que cada uno, en la medida de sus posibilidades, y hasta donde quiera llegar, intentará minimizar el sufrimiento y la muerte.
¿Y qué pretendo al iniciar este blog? Ahora que he dado este paso me gustaría dejar constancia de todas aquellas experiencias y conocimientos que vaya adquiriendo gracias a este nuevo estilo de vida y que puedan animar a otros a decidirse también. Si entre todos nos facilitamos la determinación de cambiar hacia el veganismo cada vez seremos más y todos saldremos ganando, pero sobre todo "ellos" saldrán ganando.